Samy Benmayor y Pablo Dominguez figuran entre los principales exponentes de Ia pintura chilena actual. Unidos por una irrestricta adhesión a la pintura como medio de expresión, su obra evidencia una fuerte diversidad entre ambos artistas. 

Pablo Domínguez recurre al tema del paisaje o, mejor dicho, se obsesiona con un escenario físico. El pintor le ha entregado a nuestra pintura una vitalidad y audacia de Ia que desde hace mucho estaba en general careciendo. Como todo verdadero artista, Dominguez pertenece y no pertenece a su tiempo, a su mundo, a su cultura. En todo caso pertenece a sus espectadores, a los ojos que Io ven y a la futura memoria colectiva.

Por otro lado, Samy Benmayor parece alternar entre el uso de un vocabulario hermético y muy personal e imágenes de Ia diaria experiencia cotidiana. EI arte de Benmayor contiene una gran cantidad de ironía e incluso sarcasmo. Visualmente, su obra es una compleja combinación de Io concreto y Io abstracto. La sofisticación de sus dibujos, con sus falsamente ingenuas formas humanas y animales, nos lleva a entenderlos como emblemas de la existencia diaria, símbolos que conllevan el valor de Ia observación y la sabiduría inherente a Ia parodia.

La muestra consiste en diez acrílicos sobre tela de formatos medianos de Pablo Domínguez y en 12 acuarelas sobre papel de formato mediano de Samy Benmayor.